CUENTO
Una familia humilde luchaba
por su buen vivir aunque se encontraban muy lejos de la cuidad en un pueblo, se
relacionaban bien con su medio. Las autoridades no querían darle esta satisfacción
del buen vivir ni a ella ni a su familia, la madre muy desconsolada porque tenía
a su hijo recién nacido enfermo y no contaba con el servicio de salud, además
ella era de edad muy avanzada y sus hijos trabajaban en la cuidad para ayudarla
ya que no tenían acceso a una educación. Ella sufría mucho ya que aparte de no
tener el buen vivir tampoco tenía acceso a los derechos que como humanos nos
corresponden, pero lo que la familia no perdió fue sus valores como personas y más
la enseñanza de la madre a sus hijos.
Sus hijos cada madrugaban
iban a la cuidad a trabajar vendiendo caramelos, ellos ofrecían con mucha
cultura porque sabían que era el dinero de su comida y la de su familia.
Trabajaban hasta muy tarde
para conseguir además los medicamentos de su hermano menor.
Un señor al que le ofrecieron
sus caramelos les pregunto sobre su vida, ellos le contaron su historia con
lagrimas en sus ojos, el decidió ayudarles para q tengan una buena educación y
la atención necesaria para que su hermano se mejore.
Ellos muy emocionados le
contaron a su madre y pensaron en que su buen vivir se daría en muy poco tiempo.